¿Quieres machacarte por tus errores? ¿Por tus pecados? ¿Por todo eso que hiciste y haces mal?
La concentración consiste en reducir el campo perceptivo para enfocarse en un solo estímulo ignorando los otros. La meditación es ampliar ese mismo campo dando la misma atención a todo lo que sucede en un momento dado sin que la mente categorize esos estímulos.
La perdida de la capacidad de concentración suele ser por haber adquirido el vicio de concentrarnos en otras cosas.
En esa actividad argumentativa que, entre otras cosas bien manidas, dice “tengo que concentrarme”, date cuenta de que pensar constantemente en tus problemas te gasta la energía que necesitas para actuar actuar, es concentrarse, no es cuestionarse, no es enfadarse, No es esperar resultados, y si no se cumplen me hostigo mentalmente.
¿Quieres machacarte por tus errores? ¿Por tus pecados? ¿Por todo eso que hiciste y haces mal? Pues, espera a semana santa y te fustigas a gusto.
Después, dejas de pensar constantemente en “como debería hacer las cosas” y empiezas a hacerlas.Da igual si están mal. Estás haciendo que es mejor que pensar en hacer, solo se equivoca quien actúa, por eso el error tiene más mérito que la inacción.
Date cuenta que preocuparte constantemente, no te hace ser más serio ante tus necesidades y problemas, no, eso es un vicio muy malo. La seriedad estriba en el compromiso en la acción en el coraje ante las dificultades.
Sé perseverante, que significa no rendirse a pesar de los constantes fracasos, el día que encuentres la actitud seria de como enfocarte en lo que debes, entonces comenzarás a concentrarte, y el día que hayas repetido suficientemente esa actividad, con esa calidad, entonces, vendrá la concentración de forma natural como lo fue antes, antes de preocuparte por tu concentración, porque era algo natural ante todo lo que merecía ser atendido.
Hasta el martes abordianos!
