Desde La Conciencia. Así como hemos tratado sobre el tema de los valores del ser humano, vamos ahora a ver la parte opuesta, esos rasgos negativos de la personalidad que ante cualquier circunstancia salen a relucir y nos hacen reaccionar de forma inmediata en contra de los demás, y que causan un daño terrible en todo tipo de relaciones personales y en nuestra salud. Los más dañinos que podemos mencionar son: El odio, la ira, la rabia, la soberbia, el rencor, el resentimiento, la culpa, el miedo, la venganza, la envidia, el egoísmo, la avaricia, entre otros; iremos viendo cada uno en detalle y estoy segura de que, en algún momento, alguno de ellos ha saboteado y alterado nuestra vida y nuestro día.
Hoy iniciamos con el odio, un defecto horrible que las personas que lo manifiestan son dignas de compasión, pues nada peor que sentir odio por algo o por alguien; a veces inconscientemente decimos: “Yo odio a tal persona por tal o cual razón”, ese sentimiento negativo sale directamente del corazón, y en un corazón lleno de odio solo puede haber oscuridad, amargura, tristeza e inconformidad, así mismo cuando una persona tiene años odiando a alguien, ese órgano vital que impulsa nuestra vida se va debilitando y enfermando, porque desde el corazón solo debe fluir amor, ternura y comprensión. De igual forma cuando odiamos algo, por ejemplo alguna criatura de la naturaleza, un lugar, un aspecto externo, es con lo que más rápido y fácil nos encontramos y por alguna razón la misma vida nos lo presenta con más frecuencia, y esa razón es la de sanar, hasta que no sanamos, apreciamos y agradecemos, esa circunstancia sigue apareciendo.
¿Cómo podemos dejar de odiar? Haciendo lo contrario: amar, y mientras más odio, más amor y poco a poco nos iremos liberando de ese sentimiento tan negativo, y la carga tan pesada, será más liviana. ¿Es difícil dejar de odiar? Si, muchas personas están aferradas a su odio, y hasta lo justifican, y tienen miedo de dejar de odiar, porque tienen miedo de poder amar a la persona que entienden que les ha hecho mucho daño. Qué tal si entregamos todo a Dios, y a la Ley Divina, quien en su justa medida es la encargada de hacer los ajustes de lugar en la balanza de nuestras vidas.
Libérate ya… Haz el cambio que quieres ver en tu vida.
Les abraza, Dalma. WWW.ELVERONERO.NET