El Veronero

Control de las Emociones

Perspectiva Psicológica.- Las emociones son parta integral de la vida cotidiana de cualquier persona; todos hemos experimentado, en algún momento, enojo, tristeza, miedo o cualquier otro estado emocional.

Sin embargo, las emociones tienen un carácter posesivo que en ocasiones provoca que se apoderen de nosotros y tomen control sobre nuestras actitudes y comportamientos. Hay veces que sentimos que no podemos controlar lo que sentimos; falta de control que puede traducirse en estados de ánimo o acciones que también parecen estar fuera de nuestras manos. Podemos así sufrir, por ejemplo, de episodios de ira incontrolable, miedo difícil de manejar, o tristeza que parece no desaparecer. En estos casos, las emociones se vuelven problemáticas e interfieren con nuestras actividades diarias.

Amplía tu enfoque

Las personas solemos mirar el mundo con visión de túnel. Nos focalizamos en un punto y es en esa pequeña mota existencial donde se concentran todos nuestros pensamientos y emociones. Nos olvidamos de lo saludable que es dar un paso atrás y mirar el mundo con mayor perspectiva, oxigenando ideas, poniendo distancia de ciertas personas, situaciones y costumbres que nos atrapan.

Por tanto, cada vez que nos sintamos bloqueados, sin ideas y atosigados por el estrés, alejémonos un poco. Alcemos la mirada y miremos la vida con mayor amplitud y perspectiva. El mundo está lleno de posibilidades.

Respira hondo

En nuestro espacio hemos hablado en numerosas ocasiones de la técnica de respiración profunda. Es un recurso tan sencillo como efectivo para regular y controlar las emociones cada vez que estas nos bloqueen o nos superen. Para ello, nada mejor que buscar un espacio tranquilo y relajado y seguir esta pauta:

Visualización y ensayo mental

Otra de las técnicas de control emocional tan efectiva como útil es el ensayo mental. Todos, en algún momento, hacemos eso de anticipar mil fatalidades, fallos, olvidos, encuentros angustiantes y hasta descuidos de lo más aparatosos. Nuestra mente es toda una experta en imaginar las situaciones más catastróficas, pero rara vez da con cómo resolverlas en caso de que sucedieran; más bien se instala en una especie de preocupación continuada.

Aprende a controlarla y te será de mucho provecho.

¡Recuerda que después de Dios tu familia es lo más importante!

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