Escritos para ti. Las creencias limitantes son una forma de ver el mundo y la realidad que nos impide avanzar hacia el logro de los objetivos y crecer como individuos.
Todas nuestras creencias condicionan la forma de ver y entender la vida. Estas pueden ser personales, sociales o culturales.
La psicóloga Yolanda Artero plantea que las creencias nos hablan de la percepción que tenemos de nosotros mismos y de nuestro entorno, de como nos vemos, de que visión tenemos de la vida y que lugar ocupamos en ella.
Indican los expertos que el poder de las creencias limitantes es tan grande que puede llegar a paralizarnos ya que, están directamente relacionadas con el miedo y determinan muchas de las áreas de nuestra vida, como el trabajo, estudios y nuestras relaciones familiares y sociales.
Las creencias limitantes se adquieren desde la niñez a través de opiniones, experiencias, consejos o sugerencias de personas que tienen autoridad sobre nosotros y nos predisponen a dejar pasar oportunidades y a no dar pasos para solucionar nuestros problemas.
El psicólogo Rafael San Román plantea que es necesario tener conciencia de nuestras limitaciones, de que hay ciertas cosas que no podemos hacer o habilidades y características que no tenemos. En este sentido, todos tenemos creencias limitantes que son necesarias, ya que si no la tuviéramos seríamos personas totalmente narcisistas y tendríamos un aire de grandeza o de omnipotencia muy distorsionada que no va a corresponder con nuestra realidad.
Algunas creencias que nos limitan:
- No tengo la capacidad necesaria.
- Es demasiado tarde para intentar cambiar las cosas.
- No soy suficiente bueno/a.
- No tengo la capacidad necesaria.
- Me da miedo hacerlo.
- Me gustaría, pero no tengo tiempo.
- Me encantaría, pero no me alcanza el dinero.
- Eso me hará sufrir.
- Todo me sale mal.
- Todas las personas son egoístas.
- Suponer que ser mejor que los demás le hace feliz.
- Creer que nuestra vida es difícil más que la de los demás.
- Pensar que adquirir algo le hará feliz.
El manejo de las creencias limitantes es un verdadero desafío, ya que estas se enraízan y nos demandan mucho esfuerzo y un gran trabajo para superarlas.
Independientemente de su origen las creencias pueden romperse con la identificación de las causas, con cambios de rutinas y con ajustes en la forma en que vemos el mundo y a nosotros mismos.
Finalmente, tres ideas que nos ayudan a enfrentar esas creencias que nos limitan; salir de nuestra zona de confort, alejarnos de las causas y trabajar la mente y el espíritu.