A bordo con Naomy.- Según enseñan los conceptos en la psicología, la mente y la consciencia son diferentes. La mente es el conjunto de procesos cognitivos, tanto conscientes como inconscientes, tales como la percepción, el aprendizaje, la memoria, el razonamiento, la creatividad y la imaginación.
La mente es un concepto abstracto (no tangible diría yo) y no ocupa un lugar físico, aunque generalmente se la asocia con el cerebro, donde estos procesos tienen lugar. Sin embargo, el cerebro es estudiado por los biólogos, quienes examinan los procesos físicos y químicos que ocurren en él. Por otro lado, la mente es abordada desde la psicología y la psiquiatría.
La consciencia (en la psicología) es la capacidad del ser humano de percibirse en el mundo, reconocer la realidad que le rodea y relacionarse con ella.
Por último, y algo un poco confuso para los que no somos hablantes nativos, hay la conciencia, que tiene el mismo significado que la consciencia, pero aplicado al sentido moral del conocimiento del bien y del mal y la capacidad de distinguir entre ellos.
Consciencia es definido en la RAE, como el conocimiento que tiene un ser de su existencia y de su entorno. Distinto es de la palabra conciencia, que se define en la RAE como “Conocimiento del bien y del mal que permite a la persona enjuiciar moralmente la realidad y los actos, especialmente los propios.”
Generalmente se habla de niveles de consciencia porque se avanza en etapas, uno no nace consciente. Últimos estudios muestran que entre los 5 y 12 meses un bebé presenta las mismas estimulaciones cerebrales que un adulto al ver una imagen de ellos mismos.
Estas estimulaciones representan el conocimiento de su existencia y posiblemente el inicio del camino de la consciencia, y ha medida que uno experimenta en la vida va adquiriendo consciencia de diferentes ámbitos, tanto morales, culturales, como físicos, biológicos, etc…
El Gurú krishnamurti, hace alusión a que todo el conjunto racional de identificarnos, juzgarnos y visualizar la realidad se hace desde el punto de vista de un observador que está dentro de nuestra mente (lo que seria la consciencia). Cuando la conciencia observa actuares instintivos como el egoísmo (acto de supervivencia), puede estar o no de acuerdo, esto conlleva un conflicto entre lo que uno hace y lo que uno quiere hacer, suprimiendo ciertas conductas que no concuerdan con lo que la consciencia desea (estos deseos son formados durante toda la vida en procesos inconscientes).
Para solucionar esta avalancha de conflictos se recomienda meditar para ejercitar ciertas áreas del cerebro y comprender que lo importante no es la observación subjetiva de cualquier cosa, si no la percepción que está genera en la mente completa. Entonces allí te has encontrado a ti mismo y ya no buscarás más al “observador” dentro de ti.
Puede sonar bastante confuso y extraño, pero calza bastante bien con las teorías de la formación evolutiva del cerebro, los modelos psicológicos y filosóficos atribuidos a la formación de la mente actual.
La mente no es el cerebro. El cerebro es algo físico, que se puede medir, fotografías e incluso operar. La mente no se puede operar, ni fotografiar ni medir. La mente no tiene obstrucciones físicas mientras que el cuerpo si. La mente puede viajar a la luna en un segundo. La mente no envejece, mientras que el cuerpo si. La mente puede transportarse a cuando tenias 15 años en un instante. El cuerpo no puede retroceder de esa forma. Los recuerdos, las sensaciones, las intenciones, los deseos, los pensamientos en general tienen la naturaleza de la mente.
La consciencia es la actividad de la mente que somos capaces de registrar y sobre la cual tenemos cierto poder de decisión. De modo que la consciencia es parte de la actividad de la mente, que incluye además todo lo que nos sucede sin nuestra intervención.
La mente es el conjunto de las percepciones, emociones, cogniciones, recuerdos y reflexiones de la persona.
Hasta el martes abordianos!
