Por Dr. Darío Yrizarry
Mientras el gobierno se organiza después de enfrentar el gran problema de salud que representa el Covid-19 por efecto de la pandemia, las bacas de apuestas y otros grupos ligados al ilícito comercio se multiplican a una velocidad acelerada sin ningún tipo de control, representando para el Estado pérdidas millonarias en pagos de impuestos por evasiones al mismo. Los banqueros han aprovechado la concentración de esfuerzos que desde el gobierno se ha hecho a favor de ganarle la batalla al Covid-19 y silenciosamente (como ladrón en la noche) han obviado las regulaciones existentes para poner en operación los juegos de azar y casinos, llenando nuestros barrios y ciudades de Bancas de apuestas con el consentimiento de la Federación Nacional de Bancas de lotería (Fenabanca).
De acuerdo a un sondeo hecho por Diario Libre en fecha veintisiete de Marzo del 2018, el Ministerio de Hacienda había registrado 150 mil Bancas en todo el territorio nacional, de cuyo número solo 30 mil estaban autorizadas para operar legalmente, un pobre porcentaje de un 20 por ciento. Mas grave aun es lo que revela el último levantamiento que para esa fecha se hiciera donde detectaron 40 mil bancas y cerca de 75 mil verifones ambulantes (nueva modalidad) operando bajo la ilegalidad por grandes empresas que se han adueñado del mercado a la vista de todos, conocido por Hacienda y la Lotería Nacional y sin que penosamente hasta ahora haya salido de estas instituciones un programa de persecución para llevarlas a sus regulaciones. Y Fenabanca calla.
En el año 2019 sale a la luz una información periodística donde El ministerio de Hacienda levanto la prohibición a la apertura de nuevas bancas, asegurando que impulsaría el orden y no comprometería el aumento al número de estas de manera ilegal por efecto de las regularizaciones que desde allí se impulsaría.
Para el mes de Junio del mismo año, en un encuentro con sectores de incidencia económica donde participó el representante de Fenabanca, el hoy Presidente Luis Abinader se comprometió a regular este sector con el consenso de los mismos, promesa de campaña que ha quedado en el olvido.
El presidente del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel), pese a que en ese momento hubo acuerdo de reuniones conjuntas para tratar el tema de los verifones ilegales, de ahí nunca salió nada positivo que beneficiara al Estado recaudador. Por lo pronto, al llegar las nuevas autoridades a dirigir la cosa pública en Agosto del 2020, desde esa dependencia no se ha generado programa alguno para adecentar el sector. La limpieza del dial con miras a evitar interferencias es otro desorden no tocado.
Las bebidas alcohólicas falsificadas, las bancas de apuestas ilegales, el sector Construcción liderado por ilegales incumpliendo en la TSS y las normas establecidas por el Código de Trabajo, la reforma policial, las placas oficiales en manos de particulares, el descontrol de las armas de fuego entre otros entuertos, son retos para el Presidente que al final serán sus ejecuciones las que evaluarán su obra de gobierno.
