Escritos para ti.- Las palabras son tan poderosas que a través de ellas podemos crear o destruir. Si tomamos como referencia Las Sagradas Escrituras vemos que en ella hay innumerables ejemplos sobre el poder que tienen las declaraciones, tanto así, que como se puede apreciar en el libro de Génesis, Dios usó las palabras para crear el mundo.
Comúnmente no somos conscientes de dicho poder y vamos por la vida declarando derrotas, carencias y mediocridad. Dichas declaraciones se van arraigando a nuestro ser, quedando atrapados en ellas y van acercándonos o alejándonos de lo que queremos ser.
Al hablar plantamos palabras que más tarde cosecharemos, no podremos cosechar éxitos si plantamos derrota, no vamos a cosechar abundancia si plantamos escases, por lo tanto, debemos asegurarnos de hablar siempre en positivo para tener salud, victoria y plenitud.
Hay un escrito de Mahatma Gandhi que profesa lo siguiente “Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, porque se convertirán en hábitos. Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino. Es decir que, lo que hablamos es lo que somos, es lo que vemos y es lo que encontramos a nuestro alrededor.
Si nos acostumbramos a hablar bien de nosotros mismos, de los demás y del mundo, nos convertiremos en nuestra mejor versión, conectando así con las personas mas bondadosas, felices y leales.
Finalizo con este verso bíblico que dice lo siguiente: Del fruto de la boca del hombre se llenará se vientre; Se saciará del producto de sus labios. La vida y la muerte están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos. Proverbios 18:20