Santo Domingo, R.D.- El presidente del Instituto Duartiano, Wilson Gómez Ramírez, hizo un llamado a los legisladores para que aprueben un viejo proyecto de ley que cursa en las gavetas de los hemiciclos, y restauren la inamovilidad del feriado del 26 de enero, fecha del natalicio de Juan Pablo Duarte y Díez.
Gómez Ramírez, pronunció el discurso de orden en la eucaristía en memoria del patricio, al conmemorarse hoy el 210 aniversario de su natalicio, en la Catedral Primada de América, oficiada por el párroco Nelson Clark.
Indicó que el Instituto Duartiano se identifica con la Carta Pastoral de la Conferencia del Episcopado Dominicano y se une a su llamado de que “es el momento de restaurar la ética de la fraternidad y de la solidaridad, donde nadie debería ser descartado con acciones que atenten contra la vida”.
Dijo que los obispos, ante la pobreza espiritual del hombre moderno invitan a “abandonar el egoísmo y salir al encuentro del otro, a pasar del del individualismo que divide a la comunión que unifica, a propiciar la creación de espacios para la participación equitativa de los bienes económicos en todos los niveles de la sociedad, colaborando con las autoridades, instituciones y personas en la búsqueda del bien común”.
Gómez Ramírez señaló que estas ideas coinciden con el pensamiento del líder trinitario Duarte, el cual en una carta, del 29 de octubre de 1869, dirigida al historiador José Gabriel García y enfatizó que es necesario que las autoridades cumplan con el mandato del artículo 63, numeral 13 de la constitución de la República que establece que “con la finalidad de formar ciudadanas y ciudadanos conscientes de sus derechos y deberes, en todas las instituciones de educación pública y privada, serán obligatorias la instrucción en la formación social y cívica, la enseñanza de la Constitución, de los derechos y garantías fundamentales, de los valores patrios y los principios de convivencia pacífica».
Es necesario entonces que nuestras autoridades cumplan con el mandato del artículo 63, numeral 13 de la Constitución de la República que establece, con la finalidad de formar ciudadanas y ciudadanos conscientes de sus derechos y deberes, que «en todas las instituciones de educación pública y privada, serán obligatorias la instrucción en la formación social y cívica, la enseñanza de la Constitución, de los derechos y garantías fundamentales, de los valores patrios y los principios de convivencia pacífica”.
«En este día, en el cual conmemoramos el nacimiento de Juan Pablo Duarte y Díez, nuestro ejemplo más elevado del ejercicio de la buena ciudadanía: responsable, transparente, honesto, desprendido, perseverante, coherente, respetuoso y recto de conciencia; como hemos dicho, supo privilegiar siempre el supremo interés de la Nación ante intereses particulares», continuó.
Finalizó «efectivamente, en estas horas difíciles para nuestra patria, estamos llamados a asumir con el mayor sentido de responsabilidad la defensa del legado del Prócer de próceres, Juan Pablo Duarte y Díez, como única garantía para la Patria feliz que él aspiró.
