El Veronero

La gratitud es milagrosa

Escritos para ti. La gratitud es ese sentimiento en el que nos conectamos con Dios valorando y agradeciendo todo lo que él nos ofrece en el transcurso de la vida. La gratitud es una decisión muy propia y particular de cada persona. Cada uno elige agradecer o no por las diferentes cosas o situaciones que se le presente.

La gratitud nos conecta con la fuente de donde viene todo tipo de abundancia y bendiciones. La abundancia se manifiesta cuando nos concentramos en lo que tenemos desde la gratitud y no en lo que nos falta desde la queja.

Todo lo que agradecemos lo seguiremos atrayendo y tendremos mucho más para valorar. Al agradecer por lo poco o lo mucho es muy seguro que Dios y el universo van a retribuir nuestra gratitud con más beneficios en el futuro.

Beneficios de ser agradecidos.

Según los científicos cultivar la gratitud tiene muchas recompensas físicas y emocionales:

1-Disminuye la presión arterial y fortalece el sistema inmunológico.

2-Aumenta el optimismo, felicidad, entusiasmo, determinación, energía y la resiliencia.

3- Aumenta emociones más positivas.

4- Mejora el sueño.

5- Libera dopamina, que es un analgésico natural.

6- Reduce el estrés.

7- Reduce la depresión, liberando serotonina que es la hormona de la felicidad.

8- Fortalece nuestros sentimientos de conexión con las personas.

9- Proporciona discernimiento, claridad y entendimiento ante los conflictos de nuestra vida cotidiana.

10- Mejora la salud mental.

11-Reduce la negatividad.

¿Cómo practicar la gratitud?

 El primer paso es crear el hábito de la gratitud, cambiando nuestra mentalidad y entrenando el cerebro a enfocarse en las cosas positiva; apreciándolas, celebrándolas y agradeciéndolas de corazón.

Las tres formas más comunes y simples para ser agradecido son:

1-Enfócate en lo que tienes y no en lo que te hace falta.

2-Prestar firme a lo que recibes y no a lo que se ha ido.

3-Fíjate en lo que has ganado y no en lo que has perdido.

 Agradecer requiere esfuerzos, ya que el cerebro nos va a hacer pensar siempre en el peligro, en la amenaza, a la negatividad, en el desasosiego, en la culpa y a la preocupación. Nosotros tenemos que obligarlo y enfocarlo a lo positivo y a lo edificante que tenemos en nuestras vidas y que lo estamos pasando por alto. Entender también que agradecer no es negar el dolor que forma parte de nuestras vidas, es decirle al cerebro, reconozco que hay dolor en mi vida, pero no es lo único que hay, también tengo bendiciones en las cuales quiero enfocarme para experimentar alegría, gozo, felicidad y abundancia.

Salir de la versión móvil