Iniciamos un ciclo de artículos relacionados a esas hermosas virtudes que posee cada ser humano y que es necesario rescatar para que afloren a nuestras vidas por encima de cualquier circunstancia. Hemos elegido la gratitud, por su importancia y relevancia en el crecimiento del ser humano.
La gratitud es la memoria del alma, es motivo de reconocer con amor cualquier cosa buena que alguien haya hecho por nosotros; muchas veces en muchos momentos de la vida diaria nos encontramos en situaciones difíciles y complicadas, ya sea de índole económico, emocional, en nuestra familia, en nuestros trabajos, con nuestras amistades, etc., que bueno es cuando llega alguien en el momento justo en que necesitamos esa ayuda, esas palabras que nos den consuelo y guía de cómo seguir adelante, que nos tracen las pautas de cómo ir superando situaciones económicas, situaciones emocionales, etc., y una vez superada la situación.
Se nos olvida agradecer y pasan años y muchas veces hasta dejamos de ver esa o esas personas; queda un pendiente en nuestra memoria y en nuestra conciencia; la falta de agradecer puede generar un stop o un retroceso en lo que ya hemos logrado gracias a esa persona, por tanto, la virtud de agradecer debe estar en primer orden en el cambio que queremos propiciar. Agradecer por todo.
Lo primero es agradecer cada día a Dios que nos permite un día más de vida, agradecer por nuestra familia, por lo tenemos en la parte material pues es indispensable para vivir y seguir adelante, por esta hermosa tierra que nos sustenta, por cualquier ayuda recibida de lo que sea y de quien sea, por las palabras que nos dan aliento, fe y esperanza, es una simple palabra:
GRACIAS, pero es un bálsamo para quien la recibe, es reconocer las virtudes de los demás, es motivación, alegría; saber que alguien te agradece por lo que has hecho te impulsa a continuar colaborando y ayudando a otros.
También hay dar gracias por lo que nos disgusta, pues nosotros somos cien por ciento responsables de nuestra vida y nuestro destino, cuando pasamos por momentos que no nos gustan, solo están recibiendo respuesta a un error cometido en el pasado o en el presente, por eso es necesario autoanalizar cada paso que damos, que no afecte a nada, ni a nadie, ni a nuestro futuro.
La gratitud es sinónimo de reconocimiento, agradecimiento y correspondencia. Lo contrario es la ingratitud.
Gracias!!! por seguirnos y leer nuestros artículos.
