Perspectiva Psicológica.- Entendemos por refuerzo positivo la consecuencia o estímulo que damos a una conducta que queremos mantener o aumentar en un niño. Este término, procedente del mundo de la psicología conductista, está basado en el modelo del psicólogo estadounidense B.F. Skinner (1904-1990). Dado que el objetivo principal es, aumentar y/o mantener una conducta determinada, ese reforzador que presentamos, debe ser considerado positivo y agradable para los niños.
Es por eso que trataremos los refuerzos verbales como una forma de ayudar a los niños a ser mejores en la vida. Siempre que ponga estos consejos en práctica.
El refuerzo verbal es una parte importante para elevar la autoestima en un niño de una manera saludable. Podemos confundir el “alabar” a un niño con un refuerzo verbal y los padres pueden confundir el afecto con la necesidad de reforzar verbalmente. Pueden sentir que su hijo “es lo máximo” o “nunca se equivoca” lo que puede llevar a confusiones cuando eso no sea repetido por otras personas en otros espacios. Un adecuado refuerzo verbal puede hacer la diferencia entre tener a un niño con autoconfianza y seguridad, de un niño que depende del refuerzo del otro para tener un sentido de autovalimiento.
Ser específico. En lugar de decir: “lo hiciste bien”, sería mejor el decir: “Me gustó mucho que pudieras mantenerte atento y terminar los diez ejercicios. Estoy orgulloso de ti”. Al ser específicos el refuerzo se vuelve más poderoso y enfatiza el esfuerzo o habilidad para que el niño pueda tenerla en cuenta al volver a realizar una tarea similar.
Valorar el proceso. Valorar el esfuerzo, la perseverancia y la resilencia, así no se alcance el objetivo. El éxito no siempre se logra en el primer intento. Reforzar verbalmente el proceso estimula a que ése esfuerzo continúe en el futuro.
Utilizar el refuerzo verbal en situaciones precisas. Será más efectivo y valioso cuando se realice en momentos donde el niño esté intentando realizar algo que esté fuera de su patrón de conducta: cuando se viene un momento difícil, luego de una tarea que le demando mucho esfuerzo, o en situaciones donde él requerirá de un esfuerzo extra.
No sobrecargar. El refuerzo verbal es sumamente importante, pero hacerlo por cada cosa que realiza el niño puede quitarle consistencia a las palabras. Seamos sinceros cuando realicemos un refuerzo verbal.
Cuando realizamos un adecuado uso del refuerzo verbal, el niño recibe una resonancia adecuada de sus acciones y construye así patrones adecuados de conducta y una buena autoestima. Una buena comunicación y acuerdos entre padres y maestros llevarán a que se logren los mejores resultados.
Para que el sistema de recompensas sea efectivo tienen que plantearse metas realistas, que sepamos que el niño sabe realizar. Aun sabiendo realizarlas si consideramos que con difíciles para él, podemos jugar a la aproximación (tareas semejantes más sencillas). Al instaurar el sistema si el niño durante la sucesión de días no lo realiza y por tanto, no obtiene recompensa, es fácil que no entienda el funcionamiento y, al no darse dicha asociación, se desvincule y el sistema no tenga ningún efecto en el.
¡Recuerde que después de Dios tu familia es lo más importante!