Perspectiva Psicológica, por Israel Polanco.- Un factor esencial para enseñar obediencia a los niños es establecer su respeto por su autoridad, asegurándose de hacer cumplir en forma consecuente tus pedidos.
Durante los primeros años del niño debes enseñarles que papá y mamá saben lo que es mejor. Deben aprender a confiar en que tomas buenas decisiones por ellos cuando son demasiado pequeños o inmaduros para saber lo que es bueno para si mismo. Este es el momento de establecer tu credibilidad como un experto tomador de decisiones, como autoridad. Cuando más esperes para enseñar esa lección, más difícil será que tu hijo la aprenda.
Nuestros pequeños nos ponen los nervios a prueba porque están explorando los límites de todo cuanto les rodea. Cada día, poco a poco, van aprendiendo y luego dominando nuevas habilidades y están emocionados por ponerlas en práctica.
Pero, aunque a veces sea difícil educar a un niño durante la primera infancia (de 1 a 3 años), se puede hacer. Y el hecho de establecer límites y normas ahora, cuando su hijo está aprendiendo qué comportamientos son aceptables, le ayudará a evitar problemas mayores de cara al futuro.
He aquí algunas recomendaciones que le pueden ayudar a educar a su pequeño.
Sea coherente y consistente
En lo que respecta a la disciplina, es importante ser coherente. Los padres que no respetan las normas ni las consecuencias establecidas tienen hijos que tampoco las respetan.
Elimine las tentaciones
A estas alturas, ya habrá descubierto que su pequeño quiere explorar e investigar el mundo. Los niños de 1 a 3 años son curiosos por naturaleza, por lo que es sensato eliminar las tentaciones siempre que sea posible. Esto significa mantener aparatos como los televisores, los teléfonos y cualquier otro equipo electrónico fuera de su alcance.
Y mantenga los medicamentos y los productos de limpieza bien guardados en lugares donde los niños no puedan llegar.
Use la distracción
Si su pequeño explorador se dirige hacia algún objeto que pueda ser peligroso o no apto para jugar, dígale con tranquilidad “No”, y aparte al niño de ese lugar o bien distráigalo con otra actividad.
Es importante que no pegue ni abofetee a su hijo. A esta edad, los niños no pueden establecer una conexión entre su comportamiento y el castigo físico. Si pega a su hijo, el mensaje que le estará enviando será que está bien pegar a alguien cuando estás enfadado. Los expertos afirman que esto no es más eficaz que otras formas de aplicar la disciplina, como la “pausa obligada”.
Use una técnica de disciplina
Si necesita ser un poco más duro con su hijo, la “pausa obligada” puede ser una forma eficaz de aplicar la disciplina. Esta técnica también recibe el nombre de “tiempo fuera” (del inglés: time out).
Estas técnicas le ayudarán mucho. Aunque existen muchas más, pero no podemos ponerla todas en este escrito.
A algunos niños les cuesta mucho detener las rabietas. En estos casos, trate de tranquilizar a su hijo, diciéndole: “Te ayudaré a calmarte”. Pero, haga lo que haga, no recompense a su hijo cediendo con lo que le pida. Esto solo le demostraría que las rabietas son una forma eficaz que obtener lo que él quiere. En lugar de eso, elógielo verbalmente por recuperar el control y calmarse. Recuerde que quiere enseñar a su hijo que la mejor forma de obtener lo que él quiere es portándose bien.
¡Recuerda que después de Dios tu familia es lo más importante!