Continuamos con el ciclo de artículos sobre las virtudes del ser humano, esta vez vamos a tratar sobre la paciencia, una virtud en la que todos hemos sido retados en algún momento de nuestro día a día; desarrollar la paciencia a veces nos cuesta mucho, pues hay situaciones en las que sencillamente estallamos de rabia y de ira y perdemos los estribos.
Hay que hacer una diferenciación en cuanto a la virtud de la tolerancia, pues tal como indicamos en un artículo anterior, la tolerancia es la capacidad de aceptar, adaptarnos a la situación del momento y fluir, en cambio la paciencia viene desde dentro, desde una conciencia calmada y relajada la mayor parte del tiempo, es innato, propio y natural en algunos seres humanos que no reaccionan ante ciertas situaciones y que mas bien manejan los conflictos desde una perspectiva de dialogo y comprensión; y que agradable resulta encontrarnos con personas de esa naturaleza; para algunos cosas tan sencillas se nos convierten en un mar revuelto; las personas pacientes encuentran de manera fácil y rápida la solución, son verdaderos ejemplo a seguir.
Lo mejor de esto es que nosotros también podemos ser así, solo hay que aplicar algunas técnicas que nos ayuden a controlar esos impulsos que causan desequilibrio en nuestra personalidad, estas técnicas hay que realizarlas diariamente, no esperar a que ocurra la situación.
Hemos escuchado por años que respirar diez veces antes de hablar o reaccionar da resultado y así es; respire profundamente por diez veces, a la quinta, ya le habrá pasado el enojo y si no, complete las diez.
La ppaciencia, practicar la relajación
Otra técnica es practicar la relajación: hay que buscar esos espacios de tiempo para callar la mente y entrar en el silencio interior.
Una mas es: Soltar, fluir…hay personas que quieren controlar todo, esto provoca impaciencia y stress, para ello recomiendo llevar una agenda de trabajo, pero no cargar con tareas que no vamos a poder realizar en el día, y si eres independiente, incluir solo dos tareas por trabajo, dando mas tiempo y prioridad a los casos que se amerite y esas tareas realizarlas en ocho horas como si fueras empleado privado no importa en cuáles horas del día, así no sacrificas el tiempo para ti y para tu familia, poco a poco veras como llega a tu personalidad esa paciencia que tanto se necesita.
